En las últimas semanas, Luciano Castro estuvo en el foco de los medios porque, tras terminar su relación con Flor Vigna, comenzaron a circular rumores de que estaba saliendo con Griselda Siciliani.
Los medios fueron a buscar la palabra del actor para que hablara de este tema, pero lejos de tocar ese tópico, el protagonista de la obra El beso apuntó contra los periodistas, más puntualmente contra Alejandro Guatti, cronista de Intrusos (América).
“Todo el tiempo me gastan, nadie me respeta”, comenzó picante el galán durante una charla con el notero Walter Leiva de Socios del espectáculo (eltrece). En ese sentido, siguió: “Los mismos que me gastan son los que después cuando me ven me dicen que soy Marlon Brando. Eso es lo que me genera violencia, tu cobardía. No que yo haga el video enamorado con mi novia en la bañera, que lo haría 10 veces más”.
Y continuó: “Los que me violentan son los que me ningunean, no solo a mí, sino después a mis compañeros. Porque mis compañeros me cuentan todo, porque yo soy un demente, pero no soy un mal tipo”.
Qué dijo Luciano Castro sobre Alejandro Guatti
Sobre el movilero del programa que conduce Flor de la V, Castro ejemplificó: “Cuando me dicen, ‘eh, Guatti, no sabes cómo te ningunea, me dijo esto de vos’. Yo, ‘ah’. Después Guatti viene y me da besos, me habla, me dice, eh, ‘Luchito’. Es un falso, entonces. Y de esos hay varios”.
“A mí realmente no me molesta que hablen, a mí me molesta el modo. La ninguneada, la falta de respeto. El no pensar, mucha gente que se llena la boca diciendo, ‘ay, los chicos’, que tienen hijos y se olvidan en dos minutos. Ahí es donde me empieza a doler a mí”, arremetió.
Luego, destacó su carrera en el medio, lejos de estar involucrado en escándalos: “Hace 40 años que laburo de esto. Yo nunca le falté respeto a nadie. A nadie. Nunca viví la miseria de nadie. Nunca esperé que a nadie le vaya mal. Nunca disfruté que a nadie le vaya mal. Y nunca le pisé la cabeza a nadie”.
“Te puede gustar o no lo que hago, eso ya es subjetividad. Entonces, en base a eso, en base a la subjetividad, si me está faltando respeto o me descansa ya un hombre grande, con 50 años, con 40 años de laburo, ¿y está bien o mal que me enoje o que me moleste? Tiene lógica”, analizó.
Por último, Castro fue autocrítico con la promoción fallida de la obra que protagoniza, que quedó salpicada por su separación: “¿Yo salgo a cruzarlos, salgo a agraviarlos, salgo a descalificarlos? No. Al contrario, yo la paso mal. Porque yo tenía que vender un espectáculo, y lejos de promocionar el espectáculo, arruiné la promoción del espectáculo. Y soy responsable, y aparte soy líder de ese espectáculo. Y lo perjudiqué”.
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