El detrás de cámara, desprovisto de glamour, muestra a los artistas en sus virtudes y miserias. Acaso, a lo que son las personas reales cuando la cámara está apagada. Un universo que ha servido de material para la comedia en cine y teatro, que enfocaron el lado B de los rodajes o las puestas teatrales. Sobre todo cuando son un caos. Motorhome, la pieza que estrenan Nicolás Riera y Thelma Fardin en el Metropolitan, se construyó en base a la experiencia de largas horas de espera y convivencias forzosas en esos vehículos donde los actores secundarios esperan el momento de su escena. En este caso, el rodaje de El Indio Bueno, un western que se filma en el desierto con un equipo al borde de un ataque de nervios.
Una creación “cien por ciento argentina”, como dice Riera, que la escribió junto a Alfredo Staffolani, quien además dirige. “Arrancó de las anécdotas de rodajes, de lo que nos pasó esperando horas y horas en la zona de los motorhomes. Tratamos de llevar eso al escenario, y Thelma se copó porque también lo vivió y entiende lo que es ese mundo. Hay algo de juntar muchos actores de distintas edades en un mismo espacio y tiempo se vuelve muy absurdo por momentos. Cada uno está con lo suyo, uno que con vidas pasadas, otro en la compraventa de bitcoin, y todo eso se conjuga en una convivencia extraña”, comentó Riera en diálogo con TN.
“En la primera función descubrimos que hay más risa de la que esperábamos —cuenta Thelma—. Mostrar el detrás de escena desmitifica la idea glamorosa del detrás de cámara. Mi personaje, la directora novata, no entiende ni de presupuesto ni de trabajar con otros seres humanos. Todos tuvimos alguna vez un jefe que tenía dificultades en los vínculos interpersonales, y hay algo de eso que también muestra una lógica de las jerarquías, de cómo trata a un personaje según su idea de esas jerarquías. Así, trata de un modo a un actor y de otro a la meritoria que está haciendo todos los trabajos juntos. Nosotros tenemos un trabajo que está muy observado, que es muy visto, y también mostramos ese detrás de lo que no se ve. Cómo somos cuando esta cámara no está encendida”.
-¿Cómo es trabajar juntos?
Riera: -Increíble y muy intenso. Los dos amamos el teatro y nos cuesta cortar. Como somos muy pocos en el equipo y resolvemos todo nosotros terminamos a la una de la mañana pasando letra de una escena, buscando tonos. No se corta nunca
Fardin: -Amamos el teatro y además es un aprendizaje, nos lo llevamos a casa y estamos todo el tiempo vemos cómo comunicar mejor, como mejorar, cómo podemos agasajar de la mejor manera posible al público y a nuestro elenco, cómo cuidarlo. Es esa sensación de responsabilidad de estar mostrando una obra argentina, escrita por dos dramaturgos desde una perspectiva argentina, porque hay muchas obras traídas de afuera, que ya funcionaron en otro lugar, así que también es una apuesta, y sentimos la responsabilidad de honrarla.
-Ustedes son caras conocidas de la tele, ¿cuánto sienten que tracciona esa popularidad para llenar sala en Calle Corrientes?
Fardin: -Esta obra mezcla dos mundos en los que hemos participado. Hay una lógica según la cual los que hicimos cosas muy populares, cuando nos estamos dedicando al teatro, es como que desaparecemos. Esta obra lo que propone es traer un lenguaje que quizá es más del teatro under a la calle Corrientes, con un elenco que mezcla los dos mundos: Lili Popovich, Alfredo Staffolani, Irune Porcel, Nicolás Di Pace y Mateo Rojas. Nosotros aportamos esa cuota de lo más popular, de las caras conocidas, pero en función de mezclar y construir un lenguaje.
Riera: -Y volcamos ahí la experiencia de haber pasado horas y horas en esos lugares, en esa grabaciones larguísimas de la televisión, que hoy está en baja. Ahora, con las plataformas, ya no se graba tanto en estudios tampoco, así que estamos llevando esa experiencia, de las esperas de los estudios, común a los que hicimos tele.
-Como referente del feminismo, después de la denuncia y proceso a Juan Darthés, estarán preparados en para responder sobre el escándalo de Alberto Fernández, en estos días que coinciden con el estreno…
Fardin: -Sí, siento que por supuesto tengo una responsabilidad para hablar de ciertos temas. Hoy algo que toma los titulares y bienvenido sea porque en un momento en lo que se denuesta mucho lo que han hecho los feminismos, la realidad es que esto no sería posible sin esa lucha que dimos. Y a muchas nos tocó poner el cuerpo, la cara, los vínculos, que tuvieron que soportar los ataques.
-¿Sentiste una decepción, en tanto Fernández estuvo tan cerca del feminismo, en especial de algunas organizaciones?
-Hace mucho que no formo parte orgánicamente de ninguna agrupación, sí del movimiento, porque quedé puesta inexorablemente en un lugar referente. No sé si tenía puestas expectativas en que Alberto cambiara una realidad. Ocupaba un lugar y recogió un discurso que fue producto de la lucha incansable de las mujeres que venía hace décadas. De pronto hubo un auge, nos involucramos caras más y menos conocidas y eso hizo que inevitablemente el que estaba en el poder tuviera que recoger esa demanda de la gente.
No me decepciona porque tampoco esperaba que fuera… nos hemos reído de frases como que él era el primer feminista, porque esa frase siempre estuvo fuera de lugar. Además, no me sorprende que un varón con poder haya sido violento, porque logramos desmitificar esta idea de que el gran padre de familia o la persona ejemplar no tiene este tipo de conductas. Mostramos que sí, que no es un monstruo con un cartel el que comete este tipo de delitos. Sí es una decepción que hoy por hoy haya un retroceso tan grande de lo que logró el movimiento de mujeres en favor de la sociedad. Siento dolor por eso, pero a la vez mucho orgullo de que podamos estar hablando de lo que hablamos, de la forma en la que hablamos, gracias al trabajo que hicimos.
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