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Se anticipa que el fenómeno climático de La Niña se desarrolle en otoño de 2024, lo que podría influir en las condiciones climáticas del invierno en Estados Unidos. Según el Centro de Predicción Climática de la NOAA, hay un 60% de probabilidad de que se forme un evento débil de La Niña que podría extenderse hasta marzo de 2025, de acuerdo con US News. Este fenómeno, caracterizado por temperaturas oceánicas más frías de lo normal en el Pacífico ecuatorial, impacta diversos patrones climáticos, incluyendo temperaturas y precipitaciones.
La Niña se caracteriza por temperaturas de la superficie del mar por debajo de la media en el Pacífico ecuatorial y provoca cambios en la corriente en chorro, lo que puede resultar en climas inusuales en diversas regiones.
El pronóstico del CPC de la NOAA indica que un patrón de La Niña generalmente genera un clima más frío y húmedo en el norte de Estados Unidos, mientras que las regiones del sur tienden a experimentar temperaturas más cálidas y condiciones secas. Sin embargo, los meteorólogos advierten que se espera que este evento sea de corta duración y menos intenso que en ocasiones anteriores, según FOX Weather. Este debilitamiento podría significar que los efectos típicos de La Niña sean menos pronunciados durante la temporada invernal.
Las previsiones de temperatura para la temporada 2024-25 sugieren que gran parte de Estados Unidos experimentará valores térmicos superiores a la media. En particular, el sur y el este del país, que incluye desde el suroeste hasta la región noreste, es donde se esperan los climas más cálidos. Bob Van Dillen, meteorólogo de FOX Weather, señala que, a pesar de las expectativas de un invierno cálido en estas áreas, las partes más al norte, como los Grandes Lagos, podrían experimentar condiciones más frías.
Asimismo, el Golfo de México se prevé que mantenga registros térmicos cálidos, lo cual afectará el ambiente climático en la Costa del Golfo y en zonas del Atlántico. En contraste, el norte de Alaska podría enfrentar temperaturas superiores a la media, mientras que en el sur del estado se proyectan valores por debajo de lo normal.
En lo que respecta a las lluvias, el CPC indica que las probabilidades de recibir menos humedad de lo habitual son altas para el suroeste y las llanuras del sur. En cambio, se anticipa que el noroeste del Pacífico y el valle de Ohio recibirán más agua de lo normal. Esto refleja un patrón común durante los inviernos de La Niña, que tienden a generar condiciones más húmedas en estas regiones.
Sin embargo, la aridez continuará siendo una preocupación importante, especialmente en el sur de Estados Unidos. Se estima que las condiciones secas persistirán en áreas que ya están sufriendo de sequías prolongadas. Esto es especialmente relevante para las regiones agrícolas, que dependen de las lluvias para mantener la producción.
Este fenómeno forma parte de un ciclo climático conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), que influye en las condiciones meteorológicas a nivel global. En el caso de La Niña, los vientos alisios se intensifican, llevando agua fría a la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial, lo que altera los patrones climáticos, de acuerdo con US News. Este fenómeno puede llevar a lluvias excesivas en algunas partes de Sudamérica, mientras que las regiones del sur de EEUU y México suelen experimentar condiciones más secas.
La influencia de este fenómeno también puede afectar la trayectoria de la corriente en chorro, que a su vez influye en las tormentas y los patrones de precipitación en Estados Unidos. Sin embargo, dado que este año se pronostica un evento débil de La Niña, los impactos podrían no ser tan severos como en años anteriores.
Los expertos en clima continúan monitoreando la situación, ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente. La NOAA ha indicado que, a pesar de que la probabilidad de que el fenómeno se desarrolle ha disminuido ligeramente, sigue siendo probable que se manifieste en algún nivel durante el otoño, de acuerdo con The Weather Channel. Sin embargo, otros factores atmosféricos pueden complicar las proyecciones.
La llegada de La Niña influirá en el comportamiento del mercado inmobiliario. Durante inviernos severos, las ventas tienden a disminuir, ya que muchos compradores evitan las visitas a propiedades en condiciones climáticas adversas. Además, la percepción de riesgo relacionada con fenómenos climáticos puede afectar las decisiones de compra.
Los propietarios deben tomar medidas proactivas para proteger sus hogares y estar atentos a cómo las condiciones climáticas afectarán el mercado local. Prepararse para un invierno de La Niña puede ayudar a mitigar riesgos y mantener la integridad de las propiedades.
Escrito por E-GRUPOCLAN
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