La diputada nacional de la Coalición Cívica Mónica Frade presentó hoy un proyecto de declaración en repudio al comunicado de la Oficina del Presidente en el que se informó sobre la voluntad de auditar al personal de carrera de Cancillería por haber votado en contra del embargo de Estados Unidos a Cuba.
Los diplomáticos de carrera sin libertad
Mientras el Gobierno sigue lidiando con los coletazos del escándalo por el desplazamiento de la ahora ex canciller Diana Mondino, desde la oposición acusan a la administración de Javier Milei de “fascista” por anunciar una investigación interna dentro del ministerio de Relaciones Exteriores con el objetivo de identificar impulsores de agendas «enemigas de la libertad».
Además de Frade, el proyecto de declaración lleva la firma del diputado radical de Democracia para Siempre Fernando Carbajal, de los socialistas de Encuentro Federal Esteban Paulón y Mónica Fein, y del diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro. “Este gobierno es fascista”, fulminó Frade en su cuenta de la red social X, donde anunció la presentación de la iniciativa en la que se denuncia “un franco control despótico del libre pensamiento y, por lo mismo, una campaña de carácter persecutorio contra quienes no se ajusten a las directrices del pensamiento libertario”.
Los fundamentos del repudio
“Como si la escena de ayer que derivó en la desvinculación de Mondino no resultara ya el capítulo de una novela picaresca, nos encontramos con que inmediatamente después, desde la cuenta oficial de la Oficina del Presidente, se emitió un Comunicado en donde se nos traslada a otro género literario: el del terror sci-fi. Dicho Comunicado, en su apartado final, en un gesto absolutamente paranoide y persecutorio, advierte la impulsión de una auditoría del personal de Cancillería a los efectos de filtrar a quienes son enemigos de la libertad”, expresó Frade.
Para la diputada opositora, «el Comunicado manifiesta la voluntad, sin metáforas ni escamoteos literarios, de impulsar una razzia contra quienes piensan distinto a las mentadas »agendas de la libertad’”. “Creemos que hubiera sido, tal vez, más sencillo impulsar la creación, por decreto, desde luego, de un Ministerio de la Ideología o, como lo retrató George Orwell en su celebérrima novela 1984, un Ministerio de la Verdad, que, como en los deseos del gobierno, gestione, digite y direccione los modos de pensar”, ironizó
