Cada año, miles de personas sufren lesiones en los ojos dentro de sus propias casas, lo que puede desencadenar en consecuencias graves e, incluso, en la pérdida de la visión. Por tal motivo, los especialistas consideran que es fundamental la prevención.
A los accidentes hogareños, los solemos asociar con golpes por caídas, quemaduras, intoxicación, entre otros, Pero, ¿qué pasa con los ojos? ¿Son frecuentes estos incidentes dentro de las casas? “Las lesiones oculares son una preocupación creciente en el ámbito de la salud”, señala Fernando Jorge Scattini (M.P. 45.297), oftalmólogo y secretario del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO).
Scattini, junto a Matías Pierotti (M.N. 132.516), médico oftalmólogo y miembro del CAO resalta que es fundamental comprender qué tipos de lesiones oculares pueden ocurrir en los hogares. “Algunos ejemplos comunes incluyen quemaduras químicas, objetos extraños en el ojo, heridas por cuchillos o herramientas, salpicaduras de líquidos calientes y golpes directos en los ojos. Estos incidentes pueden tener consecuencias graves, como la pérdida de la visión o infecciones oculares que pueden llevar a la ceguera”, advierte.
Los nueve accidentes oculares más comunes en el hogar
Los especialistas detallaron cuáles son las nueve lesiones oculares por accidentes domésticos más frecuentes:
- Quemaduras químicas. El contacto accidental con productos químicos domésticos (limpiadores, detergentes o solventes) puede provocar quemaduras químicas en los ojos. Estas pueden causar daño severo en la córnea y en la estructura ocular. Son las lesiones más peligrosas ya que requieren una atención inmediata. De hecho, se recomienda realizar un lavado profundo del ojo lesionado con agua para disminuir la capacidad lesiva del químico antes de la consulta médica.
- Traumatismo por golpes. Los traumatismos oculares debido a golpes son comunes en el hogar, especialmente entre niños con juguetes o aquellos que practican deportes dentro de casa. Los golpes pueden resultar en hemorragias internas, desprendimiento de retina u otras lesiones graves.
- Golpes con objetos cortopunzantes (tijeras, cuchillos u otros utensilios afilados). En la dinámica de los quehaceres del hogar la gente suele olvidarse que manipula objetos filosos capaces de lesionar muy seriamente los ojos. En general, esos objetos se caracterizan por generar heridas capaces de lesionar el globo ocular y sus anexos en todo su espesor y generar traumas que pueden requerir reparaciones quirúrgicas inmediatas. A pesar de lograr un tratamiento en tiempo y forma, las complicaciones pueden dejar secuelas visuales y oculares graves.
- Quemaduras por salpicaduras de líquidos calientes. A la hora de cocinar, partículas de líquidos de nuestros alimentos (sobre todo frituras y comidas horneadas en la que manipulamos recipientes con líquidos a temperaturas muy altas) pueden saltar e impactar en los ojos, generando lesiones térmicas que pueden provocar desde abrasiones pequeñas y asintomáticas, hasta ulceras graves que pueden abarcar gran parte de la superficie ocular.
- Entrada de cuerpos extraños como polvo, arena o astillas. Este tipo de accidente suele suceder a la hora de manipular objetos sucios con acumulación de polvo de larga data, cortar y clavar maderas y metales, limpiar habitaciones que no se usan muy habitualmente, etcétera. También son frecuentes en los trabajos de jardinería como cortar el pasto sin protección ocular, manipulación de ramas y flores con espinas, entre otros ejemplos.
- Exposición a luz solar intensa sin protección adecuada. Se sabe que la radiación lumínica de alta intensidad de cualquier origen es capaz de generar un daño en los tejidos oculares. Este tipo de lesiones se caracterizan por presentar erosiones de la superficie del globo ocular (cornea y conjuntiva), causadas por pasar mucho tiempo realizando trabajos en el exterior de nuestras casas, sobre todo recibiendo la luz del sol directa o reflejada en superficies brillantes (paredes blancas, por ejemplo). Esta exposición prolongada genera queratitis e incluso úlceras corneales que deben ser atendidas inmediatamente.
- Uso inapropiado de herramientas de soldadura. Una causa muy frecuente de abordaje en guardia oftalmológica son las lesiones oculares producidas por la intensa luz generada por las soldadoras. Las lesiones más observadas son queratitis superficiales que abarcan toda la superficie ocular y que traen mucha molestia, lagrimeo y enrojecimiento ocular con afectación moderada de la visión. Debido a esto, es clave utilizar la correcta protección ocular con máscaras o antiparras especialmente diseñadas para soldar.
- Impactos durante la práctica de deportes sin la protección ocular adecuada. Estas lesiones suceden en los deportes donde hay una pelota de por medio, como es el fútbol, tenis, entre otros. Las lesiones más graves se suelen ver en aquellos deportes en los que la pelota o el objeto usado para jugar tiene un diámetro menor al reborde orbitario, lo que aumenta las chances de impactar de lleno en el globo ocular, absorbiendo toda la energía del impacto y generando así lesiones muy graves como hemorragias retinianas, desgarros y desprendimiento de retina.
- Lesiones causadas por mascotas, especialmente con garras afiladas. Pueden ir desde pequeñas erosiones conjuntivales o corneales hasta úlceras corneales grandes y profundas, así como también lesiones en los párpados que requieren cirugía reconstructiva.
Cinco medidas para evitar lesiones oculares
Scattini y Pierotti explican que la prevención primaria desempeña un papel clave en la reducción de los accidentes oculares en el hogar y aconsejan lo siguiente:
- Utilizar gafas de seguridad: al realizar cualquier actividad en el hogar que pueda representar un riesgo para los ojos (como trabajar con herramientas o realizar reparaciones) es crucial utilizar gafas de seguridad.
- Almacenar correctamente productos químicos: hay que guardarlos en un lugar seguro y lejos del alcance de los niños. Además, se sugiere leer siempre las instrucciones y precauciones que figuran en los envases de tales productos.
- Cuidado al cocinar: las salpicaduras de líquidos calientes, como aceite o agua hirviendo, pueden representar un riesgo para los ojos. Por eso, recomiendan utilizar tapas al cocinar y tener cuidado al manipular recipientes calientes.
- Mantener los objetos peligrosos fuera del alcance de los niños: los objetos afilados (cuchillos o herramientas) deben guardarse en lugares seguros y fuera del alcance de los niños.
- Mantener seguras las áreas de juego: si se tiene un patio o jardín es necesario asegurarse de que las áreas de juego estén seguras y libres de obstáculos que puedan causar lesiones oculares. También es importante supervisar a los niños mientras juegan y educarlos sobre los peligros potenciales.
Por último, concluyen: “Las lesiones oculares en el hogar pueden tener graves consecuencias, pero a menudo son prevenibles. Es crucial tomar medidas de precaución en todas las actividades que puedan presentar un riesgo para nuestros ojos y el de todos los miembros de la familia. La prevención primaria es clave para mantener la seguridad ocular y preservar la visión a largo plazo”.
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