La regla de los cinco segundos es muy conocida y se trata de agarrar un alimento que cayó al suelo en el menor tiempo posible para que siga siendo comestible con la justificación de que está libre de bacterias. Sin embargo, científicos como Donald Schaffner, que trabaja en la Universidad de Rutgers (Estados Unidos), señala que eso es una creencia errónea.
Según un artículo publicado por National Geographic, antes del 2016, existía una sola investigación sobre esta regla. Fue en el año 2007, cuando Paul Dawson, científico alimentario de la Universidad de Clemson, mostró que las bacterias pueden llegar a los alimentos apenas toquen alguna superficie, sin embargo, se enfocó más en saber por cuanto tiempo viven que por lo otro.
En el año 2016, Schaffner y su estudiante Robin Miranda publicaron importantes hallazgos en la revista Applied and Environmental Microbiology a raíz de un experimento que hicieron utilizando una gran variedad de alientos.
Lo primero que revelaron es que los cinco segundos de inmunidad no existen. Los alimentos recogen bacterias apenas tocan el suelo y, cuanto más tiempo estén, contraerán muchas más. Otro factor clave es la humedad de las comidas. En las sandías habrá una mayor cantidad de bacterias que en el pan o en los caramelos de goma.
Por último, las superficies son otro punto tener en cuenta: las alfombras trasmiten menos que las baldosas o el acero inoxidable. En cuanto a si es seguro comer algo que se cayó al piso, los expertos señalan que, si toco el suelo de un hospital o de una cocina contaminada, es mejor evitarlos.
Para terminar, comer una galletita que tiene un poco de polvo no dañará a alguien con un sistema inmunológico sano. “En el 99% de los casos, no hay peligro”, afirma Dawson. La clave es tener limpios los pisos y las superficies.